

Roger Goldammer
Canadá - Fábrica de bicicletas Goldammer - 3x Campeonato Mundial AMD
- Salón de la Fama de Sturgis
Roger Goldammer (nacido en 1969) es un constructor de motocicletas canadiense cuyas máquinas revolucionarias e innovaciones de ingeniería le han ganado un lugar entre la élite del mundo de las motocicletas personalizadas.
Roger Goldammer es originario de Columbia Británica, Canadá. Creció en Vancouver y posteriormente se mudó al interior de la Columbia Británica durante su adolescencia. Desde pequeño, se interesó por la mecánica, montando motos de cross y experimentando con sus máquinas.
Después de la preparatoria, continuó su formación académica. Estudió mecanizado y construcción de motores en el Instituto Tecnológico de Columbia Británica (BCIT) y posteriormente asistió al Instituto de Mecánica de Motocicletas en Phoenix, Arizona. Paralelamente, trabajó como aprendiz con un maquinista llamado Bert (con quien posteriormente colaboraría durante muchos años).
Estas bases en mecanizado de precisión, fabricación y trabajo de motores permitieron a Goldammer no solo ensamblar motocicletas, sino también diseñar y construir componentes críticos él mismo, desde cuadros hasta modificaciones de motores personalizadas.
Filosofía y estilo
Goldammer es conocido por rechazar muchas de las tendencias imperantes en el diseño de motocicletas personalizadas. En lugar de extender, ensanchar o exagerar las proporciones, suele priorizar las líneas limpias, el equilibrio, la sofisticación mecánica y la innovación.
También cree firmemente en hacer todo lo posible internamente: no solo ensamblar piezas de terceros, sino también fabricar, mecanizar, diseñar y refinar. Este enfoque le da a su trabajo una cohesión y un control de calidad que muchos admiran.
Un motivo recurrente en la obra de Goldammer es un profundo respeto por la historia de las motocicletas tempranas (especialmente las de carreras de boardtrack y las máquinas de carreras minimalistas) fusionadas con la tecnología moderna (sobrealimentación, inyección de combustible, suspensión oculta, etc.).

Bicicletas de firma
Goldammer ha ganado el Campeonato Mundial AMD de Construcción de Motos Personalizadas en tres ocasiones. También ha ganado varias veces el concurso Artistry in Iron en Las Vegas.
En reconocimiento a su influencia y artesanía, Goldammer fue incluido en el Museo de Motocicletas y Salón de la Fama de Sturgis como parte de la Clase de 2024.
También recibió honores provinciales como el Premio al Logro Creativo de Columbia Británica.
El enfoque de Goldammer ha influido en muchos constructores que buscan combinar forma y función de forma más meditada, evitando los excesos que suelen verse en la cultura de las motos personalizadas.
Proyectos recientes y trabajos en curso
Si bien Goldammer a veces se aleja de los proyectos de sus clientes para centrarse en sus propias creaciones creativas y en la fabricación de piezas, continúa impulsando nuevas ideas.
Un proyecto reciente es la 450 NAF («Not A Framer»), que busca modernizar la geometría compacta y la sensación de manejo de las motos de motocross clásicas «framer» utilizando motores 450 MX de serie. La idea es que las motos contemporáneas conserven su electrónica, radiadores, sistemas de inyección y otras características modernas, a la vez que disfrutan de un chasis más ágil y de alto rendimiento.
En las redes sociales, Goldammer se mantiene activo, mostrando trabajos en progreso, prototipos y conocimientos sobre su proceso.
Legado y significado
La importancia de Roger Goldammer en el mundo de las motocicletas personalizadas no reside solo en sus trofeos, sino en cómo conectó artesanía, ingeniería, arte y velocidad como pocos constructores lo hacen. Sus diseños suelen ser tan ingeniosos mecánicamente como visualmente atractivos. Su disposición a reimaginar las arquitecturas de motor convencionales (por ejemplo, convirtiendo motores bicilíndricos en V en monocilíndricos de alto rendimiento) ha desafiado tanto a colegas como a aficionados a repensar el concepto de una motocicleta personalizada.
Dado que construye tanto él mismo, cada creación de Goldammer es profundamente personal: fruto de incontables horas de mecanizado, ensayo y error, y resolución de problemas. Ese nivel de dedicación, sumado a un constante afán por innovar, es lo que le da a su obra su prestigio en la comunidad.
